domingo, 14 de enero de 2018

JACK, EL DESTRIPADOR

Entre el 7 de agosto y el 10 de noviembre de 1888 fueron halladas muertas siete prostitutas en un barrio popular de Londres. Scotland Yard buscó en vano al asesino.

En 1888 el terror se apoderó de Londres. Un asesino andaba suelto. Las mutilaciones de los cadáveres parecían indicar que su autor poseía notables conocimientos anatómicos. La manera de proceder estuvo caracterizado por cortes en la garganta, mutilaciones en las áreas genital y abdominal, extirpación de órganos y desfiguración del rostro,​ de mujeres que se dedicaban a la prostitución.

El asesino, además se mofaba de la policía: Anunciaba sus crímenes y a veces, incluso enviaba a Scotland Yard (la Policía Metropolitana de Londres) algún órgano de sus víctimas. Es así que la policía desplegó en vano grandes esfuerzos. Se llegó incluso a fotografiar los ojos de una de las víctimas, esperando encontrar la imagen del monstruo impresa en la retina. 

La opinión pública se alarmó, el ministro del Interior fue acusado de negligencia y se obligó a dimitir al jefe de la policía londinense. Se sospechó, entre otros:

  • Un cirujano de Harley Street.
  • De una comadrona.
  • del Cuque de Clarence, y
  • Un rico comerciante de Liverpool.
En la actualidad la identidad de Jack el Destipador (Jack the Ripper) sigue siendo un enigma.


NRMQ

Fuente: Gran Historia Universal Larousse, tomo XIII, p. 1617.

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